Comencemos definiendo los conceptos de Daños y perjuicios.
Un daño lo podemos definir como una pérdida o disminución del patrimonio, mientras que un perjuicio lo podemos definir como la privación de una ganancia lícita.
El proceso de cuantificar un daño económico (daño y perjuicio) implica la pérdida de beneficios económicos.
Existen varios métodos para la valuación de daños económicos:
- Modelo antes y después.
- Modelo de Comparación o Benchmark.
- Modelo del contrato subyacente.
- Modelo del negocio perdido específico entre otros.
El proceso de análisis de daños y perjuicios es muy similar al de valuación, en el sentido de que un reclamo por lucro cesante¹, es un reclamo por una interrupción en el beneficio futuro esperado de la propiedad de un negocio.
El valor del daño es el Valor Presente de todos los beneficios futuros esperados de ese Negocio, razón por la cual el análisis de daños, como lo comentamos, es muy similar al del análisis de valuación.
No está por demás recordar que para que una demanda por daños y perjuicios pueda ser conducente, se debe de demostrar que el incumplimiento u acto ilícito cometido por el acusado fue la causa inmediata de la pérdida.
Otro punto importante para la cuantificación de daños y perjuicios se refiere a la duración del impacto en el negocio pudiendo ser de manera temporal o permanente e incluir, cuando aplique, los esfuerzos de mitigación. Es necesario considerar de igual manera que no solamente el beneficio económico de daños y perjuicios se refiere a la diferencia de la valuación entre el valor antes del evento ilícito y el valor después del mismo evento sino considerar también que potencialmente pueden estar involucrados costos adicionales.
En el siguiente post comentaremos sobre el cálculo de las tasas de descuento que se pueden usar para este tipo de cuantificaciones económicas.
1. Ganancia económica que se deja de percibir como consecuencia de un daño producido.
